Soltar para sanar y transformar tu imagen
¿Qué tanto te gustas? ¿Qué piensas de ti cuando te miras al espejo?
Comienzo con estas preguntas porque las respuestas podrían ayudarte a saber qué aspectos tienes que trabajar en ti para transformar tu imagen en una más consciente, saludable y amorosa. Lamentablemente experimentamos una constante presión de los medios sociales y las campañas de belleza por vernos o sentirnos de una determinada manera para ser socialmente aceptados dentro de los estándares de un ideal físico inalcanzable e impuesto por décadas.
Aunque son muchos los factores que pueden estar afectando la relación que tienes contigo y tu percepción frente al espejo, el entorno familiar es uno de los que más influye en la autoestima y autoimagen. Desde muy temprano en la niñez comenzamos a recibir opiniones, elogios o críticas por nuestra apariencia física, y es ahí donde comienzan a gestarse los complejos, las inseguridades y todos los diálogos internos que, como adultos, utilizamos para destruirnos o para alimentar nuestro ego. Esto nos enferma mental, emocional y hasta físicamente.
En el afán de vernos siempre bien o “encajar” dentro de esos estándares de belleza, se nos olvida que ya estamos completos tal y como somos. La práctica de desarrollar una imagen consciente y saludable consiste en hacer el trabajo interno, con el que podamos identificar si hay algún factor que pueda estar limitándonos o afectando nuestro proceso de transformación. Considerando esto, es importante que nos tomemos el tiempo de escucharnos, observarnos y elegir qué queremos soltar para sanar la autoimagen.
Vuelve a ti…
“La meditación te permite observar tus pensamientos y notar aquellos que son irracionales, o que pueden estar llevándote a repetir patrones de conductas y cultivar diálogos internos poco amorosos”.
Aprovechando la energía del otoño, que nos invita a liberarnos de todo aquello que ya cumplió su función en nuestra vida, te invito a pausar para evaluar lo siguiente:
¿Qué factores limitan o afectan la percepción que tienes de ti hoy?
¿Cuál de esos factores quieres soltar para sentirte bien contigo?
¿Cómo puedes transformarlos para desarrollar una imagen más consciente y amorosa?
El autocuestionamiento es esencial para ayudarte a encontrar respuestas e información sobre ti que te permitan elegir las herramientas adecuadas para el proceso de sanar y transformar tu imagen. Estas son algunas de las que puedes explorar:
Escritura reflexiva. Es una herramienta poderosa y terapéutica que puedes realizar en tiempo presente desde tu celular o en un “journal”. A través de la escritura puedes expresar tus miedos, emociones o sentimientos, y de esta manera monitorear tu progreso periódicamente. Además, es una práctica con múltiples beneficios psicológicos.
Meditación. La habilidad de volver a ti y estar presente requiere amor, paciencia y calma, pero a medida que lo practicas vas desarrollando tu propio ritmo y forma de aplicarlo. La meditación te permite observar tus pensamientos y notar aquellos que son irracionales, o que pueden estar llevándote a repetir patrones de conductas y cultivar diálogos internos poco amorosos. Puedes iniciar esta práctica haciendo silencio por 1 minuto mientras respiras profunda y conscientemente sintiendo tu cuerpo. Lo importante es concentrarte en el momento presente y escucharte para aprender a ser tu propia guía de apoyo.
Terapia. Hay diversas opciones de terapias para trabajar en ti y encontrar la manera de sanar heridas o trascender situaciones que afectan la autoimagen y otros aspectos de tu vida. Elige una con la que te sientas en confianza para expresar tus necesidades, experimentar bienestar y desarrollar nuevas perspectivas. Puedes considerar un mentor, un psicólogo, un “coach” o cualquier otro profesional que integre diversos recursos para tu sanación.
Gratitud. Agradecer es una forma de atraer abundancia y bienestar a tu vida. Cuando practicas gratitud hacia ti, tus pensamientos, acciones y emociones se transforman ayudándote a sentirte bien contigo en el momento presente. Es una práctica que puedes combinar con la escritura reflexiva y la meditación.
Actividad física. Incorpora a tu día un espacio para darle movimiento a tu cuerpo, ya sea a través del baile, un deporte que disfrutes o el ejercicio. Esto es una manera de conectar con la sabiduría del cuerpo físico, no solo para agradecer su perfecto funcionamiento, sino para regalarte placer y felicidad. Cuando lo haces, tu estado de ánimo cambia y de esta manera vas transformando tu percepción y hasta la forma de proyectarte.
Sentirte bien es verte bien, pero necesitas deshacerte de todo aquello que te estanca o sigue trastocando tu perspectiva frente al espejo. Tienes todo lo que necesitas para transformar tus heridas en aprendizaje y desarrollar una imagen más consciente, saludable y amorosa con la que te sientas a gusto cada día. Soltar para sanar, ¡es posible!
Escrito para la revista Negocios con Café, edición #9 - oct. / nov. 2021.