“Dopamine dressing”, una nueva forma de vestir con intención

¿Eliges tu vestimenta conscientemente o en piloto automático?   

Por lo general, la mayoría de las personas elegimos la vestimenta diaria sin una intención consciente porque eso fue lo que aprendimos, y en medio del ajetreo de la vida diaria se complica aún más.

Muchas veces, esto se convierte en una de las tantas razones por las que nos desconectamos de la esencia y enviamos un mensaje distorsionado sobre nosotros; precisamente porque vamos tomando decisiones en piloto automático desde que despertamos, y hasta en lo más básico.  

La buena noticia es que, es posible desaprender, reprogramarnos y comenzar a hacerlo diferente. Soy de las que considera el momento de vestir como un ritual de amor propio, donde más allá de escoger ropa o accesorios, conectamos con el cuerpo para satisfacer nuestros gustos, preferencias y necesidades seleccionando aquello que nos hace sentir cómodos en nuestra propia piel, acercándonos a nuestra versión más auténtica y activando la creatividad que todos llevamos dentro.

Claro está, para poder verlo de esta manera, es importante que haya una conexión consciente contigo y que tengas la apertura de explorar nuevas posibilidades, expandir tu perspectiva y tomar decisiones diferentes. 

Vestir con intención

Cuando te hablo de esto, me refiero a que puedas lograr esa conexión entre tu cuerpo, tu vestimenta, tus gustos, preferencias, necesidades, tu creatividad y lo que quieres comunicar a través de tu imagen y apariencia física. Es un trabajo diario que requiere presencia, autenticidad, amor y mucha disposición de tu parte para comenzar a darle un nuevo sentido al momento de vestirte.

El concepto de “dopamine dressing”, estudiado por la psicóloga Karen Pine desde el 2012, sugiere que conectemos con aquellas prendas de ropa o accesorios que nos generan placer y felicidad, para ayudarnos a mejorar nuestro estado de ánimo. Aunque ha sido un concepto sugerido como tendencia de estilo para el 2022, su aplicación va mucho más allá de una simple tendencia.     

Se trata de regalarle a tu cuerpo una buena dosis de dopamina al conectar con tu vestimenta desde una perspectiva más consciente y auténtica, utilizándola como una herramienta para regular tus emociones. Esto me parece genial, porque una imagen consciente se manifiesta cuando hay armonía y equilibrio entre la mente, las emociones, el cuidado físico y tu espiritualidad.  

¿Estás lista para vestirte con intención?

Cómo aplicar el “dopamine dressing” 

Para aplicar este concepto en tu rutina de vestimenta diaria, hay varias sugerencias que puedes comenzar a explorar: 

  • Selecciona, agrupa y evalúa. Haz una selección de colores, texturas, conjuntos de ropa, telas y estilos que ya tengas en tu guardarropa y que te encanten, y agrúpalos aparte. Luego, haz una lista de las emociones y sensaciones que experimentas a diario y evalúa con qué prendas de ropa de tu selección te sentirías bien o mejor en momentos emocionalmente difíciles.  Así vas creando una especie de registro que te ayude a monitorear tus emociones para saber con qué vestimenta puedes regalarte tu dosis de dopamina.  

  • Prueba algo diferente, sal de tu zona cómoda. Prueba un color, estilo, textura o tipo de tela diferente a la que ya usas para ciertos momentos donde te quieres subir el ánimo. Juega mezclando prendas de diferentes estampados, colores, estilos o temporadas como un pantalón deportivo con un “blazer”, un vestido con tenis, una bufanda con algún top básico o combinando un “animal print” con rayas. ¡Activa tu creatividad!  La sensación que genera el probar algo nuevo también te aportará esa dosis de dopamina que estás buscando para sentirte bien.  Aplica esto con los accesorios y el maquillaje.  Permítete jugar y disfruta el proceso.

  • Repasa algunas ocasiones especiales. ¿Qué vestimenta usaste en alguna ocasión especial que te trae buenos recuerdos o que asocias con sensaciones placenteras?  ¡Ve a tu guardarropa y búscala! Si estás experimentando emociones complejas, usar esas prendas nuevamente, te ayudará a sentirte bien reviviendo esas memorias y las sensaciones agradables que te regaló esa ocasión. Por ejemplo, si tienes un vestido particular que usaste para una noche de diversión y baile, usarlo en otro contexto podría ayudarte a mejorar tu estado de ánimo, precisamente por la asociación que haces con esa ocasión donde te sentiste feliz.

No se trata del color en sí, sino de lo que asocias con ese color. Elizabeth Lombardo, PhD.

Usa el “dopamine dressing” como una nueva herramienta de autoconocimiento para explorarte y desarrollar la habilidad de autoregularte con tu propia vestimenta. Más allá de usar los colores por su significado psicológico, cuestiónate y observa cuáles te aportan felicidad y bienestar en determinadas circunstancias.

Mientras más lo practiques, mejor te irás relacionando con tu cuerpo, sus necesidades y tus emociones.  Además, lograrás estar más consciente de ti al momento de vestirte para que dejes a un lado el piloto automático y comiences a hacer tu ritual de amor propio con tu propia receta de creatividad.  

Lo importante es que puedas conectar con el momento presente, reconocer y validar la emoción que sientes, para darle paso al cambio de perspectiva que estarás manifestando al seleccionar tu vestimenta con intención.  Sentirte bien, es verte bien. 

¡Regálate hoy una buena dosis de dopamina! 

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