Explora tu imagen con una nueva mirada

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La imagen personal es una herramienta de comunicación super valiosa y poderosa.  Explorar, cuidar y conocer cada uno de los aspectos que la componen, nos permite disfrutar mejor todas las posibilidades que tenemos para expresar quién somos a través de esta herramienta y poder aplicarla en todo lo que hacemos.

¿Has notado cómo te sientes cuando te vistes con los colores que más te gustan? ¿Con qué estilo de ropa te identificas? ¿Qué pasa por tu mente cuando abres tu guardarropa? Por lo general, no nos detenemos a observar esto porque el ajetreo diario y el piloto automático nos desconecta del momento presente...resulta mucho más fácil escoger el jean de siempre con el mismo par de zapatos y la blusa negra.  

Un ritual de amor propio

Quizás no lo habías visto de esta manera, pero cuando disfrutas el momento de vestirte, se convierte en un ritual de amor propio.  Con esta simple decisión, tu proyección y tu percepción empiezan a cambiar.  Es un proceso que requiere de tu disposición, pero te garantizo que si comienzas a conectar con ese momento de una manera más consciente, también podrás sentirte diferente, y cada vez mejor.  

Hay tres aspectos que te recomiendo explorar con la intención de que puedas desarrollar tu propio ritual de amor y una nueva mirada al momento de vestirte. Los tres tienen algo en común:  hablan de tu historia, tus cambios en preferencias, estilo de vida o prioridades, y tu evolución como mujer. 

  1. Tu silueta y su forma.  Este aspecto te permite mirar de cerca tus cambios como mujer y honrar esas experiencias que han transformado tu cuerpo de una manera u otra.  No existe la silueta ideal, pero te aseguro que la tuya es perfecta como está.  Solo tienes que aprender a mirarla con amor y descubrir la manera de potenciar esos atributos que te hacen única.  

  2. Descifrar y entender tu estilo personal.  El estilo habla de tu esencia, de lo que viviste cuando eras una niña, de tu sistema de creencias, lo que has aprendido y hasta de tu evolución como mujer.  Cada circunstancia de la vida nos trae las ganas de seguir modificando el estilo porque nuestras prioridades también cambian, y ahí está la magia de conectar con este aspecto.  

  3. Tu guardarropa y lo que guardas en ese espacio.  Pareciera que solo guardamos ropa, zapatos y accesorios, pero el guardarropa es un lugar lleno de memorias, emociones y muchas historias.  De ahí sale ese conjunto de ropa con el que impactamos en una reunión de trabajo o ese vestido colorido que nos hace sentir tan cómodas y felices.  Si te detienes a observar ese espacio, te darás cuenta de lo mucho que habla de ti.  

Haz una pausa y evalúa cómo te estás relacionando con estos aspectos de tu imagen.

Aunque muchas campañas de belleza promueven un mensaje distorsionado y superficial de este tema, realmente es una manera de dedicarte tiempo de calidad. Si te das la oportunidad de mirarlo desde otra perspectiva, puedes relacionarte mejor con tu cuerpo, explorarte con amor y hacer inversiones conscientes que no solo se reflejen en tu bienestar físico, sino en tu desarrollo profesional. Disfruta el proceso de conocerte, mientras vas aprendiendo a mirarte diferente.

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